Ayer tarde, tras el entrenamiento, tuvimos una merienda especial en el Club, momento al que correponde la imagen: Marina, nuestra jugadora benjamín, nos invitó a todos los presentes.
Por lo visto, el entrenamiento abrió el apetito a nuestros jugadores, porque dieron buena cuenta de pizzas, montaditos, empanadillas, cocas de mollitas...
El motivo de la celebración es que Marina tomó la Primera Comunión el mes pasado y, hasta ayer, no había habido ocasión de estar todos juntos, aunque echamos de menos a algunos, como Fernando, con cuya presencia los demás habrían comido menos.
Gracias, Marina (y papás de Marina) y ENHORABUENA.